Toda la tierra que hay sobre los océanos podría caber holgadamente debajo de él; el planeta quedaría totalmente cubierto de agua. El Everest ubicado en la fosa de las Marianas estaría a dos mil metros debajo de la superficie marina. Debajo de los océanos también hay volcanes; el volcán Mauna Kea en una de las islas Hawaianas, mide desde su base más de 10000 metros, siendo entonces la montaña más alta del mundo.
Los mares se formaron junto con el enfriamiento del planeta, cuando el vapor se condensó sobre su superficie; al agua superficial le fue añadida agua que manaba del interior del planeta. En un principio contenía muchas sustancias disueltas: cloro, bromo, yodo, boro y nitrógeno; con el tiempo y el desgaste de las rocas, más sustancias se diluyeron, volviendo los océanos cada vez más salados.
Se sabe que la vida se originó en el planeta hace unos 3500 millones de años por la datación de los fósiles que se han encontrado; todavía viven algunos ejemplares muy antiguos; todos ellos son organismos unicelulares, y representan el primer eslabón de la vida planetaria pues transforman la materia mineral en orgánica. Se los denomina fitoplancton, que en griego significa plantas errantes, tienen multitud de formas (púas, lanzas, enrejados) y suelen estar recubiertas o encerradas en diminutas conchas.

Juntos forman el plancton, un “caldo viviente” errante que es alimento de muchísimos animales mayores. Algunos de ellos sencillamente lo devoran desde el fondo de las aguas no muy profundas, por medio de tentáculos: como las anémonas, de brazos plumosos, o como los percebes; o por medio de filtros en su cuerpo: como las tridacnas y ascidias; pero en el océano profundo los animales que ingieren zooplancton están obligados a ser activos nadadores, sin por ello tener que avanzar rápido; el caldo es tan nutritivo que los planctófagos alcanzan tamaños enormes, como el de la manta o el tiburón peregrino, 6 y 12 m respectivamente; ambos usan un filtro de peines para retener el plancton y hacer correr el agua.
El tiburón peregrino es muy lento, no avanza a más de 5 km. hora, habita aguas frías aunque tiene su equivalente en las aguas cálidas, todavía más grande, llamado tiburón ballena: 18 m de longitud y 40 ton de peso, es el pez más grande que existe; viaja en pequeños grupos, es inofensivo y si se siente molesto huye hacia la profundidad; está siempre acompañado por un escuadrón de pequeños peces que picotean entre sus dientes o comen de sus excrementos. Los tres peces citados son primitivos, pues tienen un esqueleto cartilaginoso y no óseo.
Más o menos en la misma época surgieron los peces óseos, que adquirieron con la novedad algunas ventajas: una vejiga natatoria que les permite alcanzar mayores profundidades y el desarrollo de fuertes aletas pares (pectorales y abdominales) que les permiten maniobrar con mucha mejor destreza. Entre ellos, muchos fueron y son planctófagos, sin llegar nunca a alcanzar los tamaños gigantescos de los primeros pero formando cardúmenes comedores de plancton cuya masa total supera al tiburón ballena y que se mueven como si fuera un sólo individuo (cosmos): anchoas y arenques, los primeros prefiriendo el fitoplancton y los segundos el zooplancton; son cardúmenes que pueden ocupar varios kilómetros de ancho.

Otro grupo de mamíferos, con probabilidad emparentados con osos o nutrias, también se cambió al mar: focas, leones marinos y morsas, aunque menos adaptadas al mar, pues conservan aún sus patas posteriores, no paren ni se aparean en el mar y conservan todavía casi el mismo cráneo que sus antecesores. Se supone que viven todavía un período de adaptación que quizás en millones de años los haga completamente marinos; el oso polar está todavía más atrás en su proceso de adaptación, es capaz de cerrar sus fosas nasales, de mantener los ojos abiertos debajo del agua y de permanecer sumergido unos dos minutos, pero el resto es muy parecido al de su pariente terrestre el oso grizzly. Todas las grandes familias terrestres tienen sus representantes en el mar.
Los océanos tienen también variedad de ambientes distintos, que según el autor muestran asombrosos paralelismos con los terrestres. Los arrecifes de coral son comparados con las selvas, pues hay una muy abundante variedad de especies y al igual que en la selva, se debe a las condiciones óptimas por una parte (abundante oxígeno por el golpear de las olas en el arrecife, abundante luz por su proximidad a la superficie y temperatura cálida y constante: requieren que no baje de 16°C) y a la durabilidad de estas condiciones, pues se ha establecido que muchos arrecifes son aún más antiguos que las propias selvas (más de 200 millones de años).
es un tema interesante el hablar sobre los animales marinos
ResponderBorrarDebemos cuidar la maravillosa fauna marina :)
ResponderBorrarque malas focas comiendose a los pinguinos, pobresitos sus presas :P
ResponderBorrarvaliosa informarcion !
ResponderBorrarMe gusto mucho, muy buena información
ResponderBorrarsolo lei el primer parrafo pero si se me hizo un tema interesante :D esta bueno!!
ResponderBorrarMamá Kenya me gustan los pingüinos, está interesante n.n
ResponderBorrarInteresante información
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